“El feliz título del libro El cansador intrabajable es casi el único nudo verbal del texto de Bertoni, lo demás fluye como agua cuesta abajo, fácil, ventilado. A nada se le ha mezquinado aquí la claridad, la rotundidad… La maestría del poeta en esta obra está concentrada en lo más breve, confirmando la frase latina: “El arte nunca está tan entero como en lo mínimo”.
Carla Cordua