La mampara es una obra fundamental de Marta Brunet y de la narrativa chilena, aunque, al mismo tiempo, es la que menor atención crítica y editorial ha recibido. En esta corta e intensa novela, su autora se aleja definitivamente del criollismo en el que la enmarcaban, para aproximarse a una literatura más cercana a las vanguardias de esos años. Publicada originalmente en Argentina en 1946, cuenta la historia de tres mujeres que, tras la muerte del padre y marido, deben sobrellevar las vicisitudes de la vida en la ciudad y de sus caracteres: la matriarca empeñosa, la trabajadora aplicada y la joven taimada y arribista. Como las describe María José Ferrada en el prólogo a esta edición: “La madre se interna en el mercado, la primera de las hijas entra en la oficina y la segunda espera que suene el teléfono. Brunet, que ha observado los mecanismos de aceptación y rechazo, escribe”.
“Tengo muchos referentes, pero el más importante y cercano, el que más he pensado es la escritora chilena Marta Brunet”.
Diamela Eltit
MARTA BRUNET fue una escritora y diplomática chilena. Nació en Chillán el 9 de agosto de 1897. Sus estudios básicos los hace en el sur de Chile con profesores particulares. Viaja a Europa, con su familia, a los 14 años, ahí se impregna de su cultura. Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial regresa al país. Durante estos años vuelve a radicarse en Chillán, donde escribe y publica su primera novela Montaña adentro (1923), con gran repercusión crítica. Luego de la muerte de su padre, se traslada a Santiago y empieza a trabajar como editora y cronista en distintos medios, además comienzan a aparecer sus libros con mayor periodicidad. En 1943, el presidente Juan Antonio Ríos la designó cónsul de Chile en Buenos Aires, dando inicio a su carrerea diplomática. En 1961 fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura. En 1963 fue nombrada agregada cultural de la Embajada de Chile en Brasil y en diciembre de ese año fue nombrada en el mismo cargo en la Embajada de Chile en Uruguay. De su obra destaca: María Rosa, flor del Quillén (1927), Cuentos para Mari-Sol (1938), Humo hacia el sur (1946), La mampara (1946), María Nadie (1957) y Aleluyas para los más chiquititos (1960). Falleció en Montevideo (Uruguay) el 27 de octubre de 1967, mientras leía su discurso de incorporación a la Academia Uruguaya de las Letras.