El legado de Gabriela Mistral crece año a año con una fuerza admirable. Sus libros se multiplican recuperando poemas inéditos, cartas, recados o ensayos, distintas formas que revelan la extraordinaria potencia de su escritura. Poeta de la naturaleza y la espiritualidad, de la maternidad, de la niñez, del amor y la muerte, con un ritmo y un lenguaje único, “hacia la conquista de una ardiente lucidez” –en palabras de Luis Oyarzún–, descubrió “formas particulares y significativas de la esencia humana misma” que iluminan la vida y el arte. Tal vez sea esa capacidad de visión lo que ha hecho imperecedero su legado, que la hizo peregrinar de “la cátedra de maestra de escuela al trono de la poesía”, como dijo su traductor Hjalmar Gullberg en la entrega del Premio Nobel de Literatura a la poeta del Elqui en 1945. A pesar de su fama e interés de las editoriales, fueron pocas las antologías de su obra preparadas por la misma Mistral. Esta Pequeña antología personal, publicada en 1950 y no vuelta a reeditar, es una de ellas: una muestra preciosa de su escritura que se vuelve a poner en circulación para celebrar su obra y un nuevo aniversario del reconocimiento universal de la Academia Sueca.
Me enamoré de Mistral cuando la leí por primera vez, y el amor solo crece más profundamente a medida que trabajo con sus palabras y trato de comprender y reflejar su pasión y su arte.
URSULA K. LE GUIN
No me muevo de aquí donde está ella, en su libro, en su voz que le leemos toda una noche de cerrada vigilia. Agua que se bebió vuelve a embriagarnos de una sed, maravilla de las aguas.
ENRIQUE LIHN
GABRIELA MISTRAL nació en Vicuña en 1889. Poeta, educadora y diplomática, obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1945 y el Premio Nacional de Literatura en 1951. Sus principales libros son Desolación (1922; Ediciones UDP, 2014), Ternura (1924), Tala (1938), Lagar (1954; Ediciones UDP, 2007) y, de manera póstuma, Poema de Chile (1967). De su escritura en prosa se ha publicado en esta editorial: Vivir y escribir (2013), Yin Yin (2015) y Motivos de San Francisco y otras prosas cristianas (2022). Luego de una larga enfermedad, muere en Nueva York en 1957.